26.7.05

GO (Guía del Ocio)

Por Jorge
La verdad es que cada vez me maman las salidas sin motivo. En realidad salGO como por ver que pasa, pero hace rato no siento el “estoy que me rumbeo”….y la verdad es que me GOzo los motivos: cumpleaños, despedidas, grados y demás son sitios en los que la contagiosa alegría permite el disfrute de la pachanga.

Salir a ver que pasa
Normalmente si uno espera mucho de una rumba no pasa nada, sino espera nada de pronto tampoco, así que es mejor ir a la fija e insisto en lo del motivo (que haya).


Convergencia

La verdad odio esa esquina frente a ese centro comercial estilo Miami que lo obliga recorrer todos lo locales para lograr llegar al cine, y frente al que era la sede de la Cruz Roja que albergó a desplazados y uno que otro vivo por más de un año, y que hoy en día está en obra para ser sede de oficinas. Lo detesto por que obliga al transeúnte arrivista a protegerse en el espacio privado o en la seguridad privada, para que no le pidan comida o traGO o le morboseen la chica o le busquen pelea en vez de poder confrontar la situación. .

Seguramente los lugares excluyentes muestran lo peor de si a la sociedad, le quita el carácter de gente a quien no tiene ingresos suficientes o una pinta adecuada, y de paso nos sentimos seguros y hasta identificados, acaso no habrá alGO mas repulsivo? Ellos al penetrar las barreras físicas de la ciudad, nos dan asco y nos parece que es lo peor que produce nuestra ciudad. Acaso estamos haciendo alGO para que ya no se produzca? Lo peor es que en los momentos en los que uno se los encuentra está tratando de evadir realidades más personales, que le tocan más: el trabajo, el estudio, el amor, o no tener alguno de los tres, en fin, todo menos que los pobretones vengan a pedir o (uy! Que susto!!) a agredir.

El GOrdo
El encuentro con este personaje no era propiamente el “qué pasa!?” de la noche, pero fue mejor que nada. Como ya se dijo el sitio donde estábamos es una esquina de confluencia social, ebrios caminan al lado de hambrientos, solitarios al lado de mujeres voluptuosas, personas calzando Nine West y vestidas con Tommy Hilfiger al lado de harapientos (¿cuál exclusión uón?).

Nuestro personaje bonachón y con una chica linda, apenas y se podía sostener de la rasca. (Agradezco públicamente a Andrés el que ni me haya presentado, hubiera sido un formalismo ridículo y rápidamente olvidado).

El punk que se nos sentó en la mesa a ofendernos era uno de los que quizás ofende a su casta “yo no soy punk, yo soy yo”, dijo tras tratar de devolverle una de las ofensas. Todos recibimos sus reproches y percibimos sus ganas de buscar pelea por no tener nada que perder.

El GOrdo dijo “GO de mi mesa” y cambió a una actitud más excitada, el punk mostró todo su resentimiento “GOnorrea,,. usted como no le ha tocado aguantar hambre”…”si soy una rata, una rata urbana” -exclamo más tarde (Un llamado de afecto para unos es un gran insulto para otros -para los que lo entiendan-).

-“Nos vamos?” –preguntó el GOrdo,
-“Bueno” –asentimos todos.

No creo que en realidad se fueran agarrar, ambos estaban asustados, el GOrdo sólo se quito las gafas y ya pasó a ser el agresor. El respaldo del punketo apenas y decía cosas como “traigan a ese marica” y se referían a su compañero no a "nuestro GOrdo".

Aunque disfruto lo que hace ese encuentro con la ciudad (finalmente la ciudad es la gente), me parece mejor ser un poco determinista y saber qué nos vamos a encontrar, de pronto la próxima vez no estamos tan de buenas y nos toca el ataque de los hippies.

Nota: Este blog no pretende ofender a ninguna tribu urbana, al personaje que denominamos punk o punketo o punkero, tenía ese día una pinta similar por lo cual se le cataloga de esa forma. Estamos seguros de que hay fanáticos del punk que son buenas personas y que hay unos peores que el que nos agredió verbalmente. Tampoco creemos que los hippies sean agresivos.

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