19.7.06

Palabras que producen bostezos

Por Jorge

Se que lo que estoy escribiendo no es un tema nuevo, si buscan bien hace unos años Héctor Rincón, cuando era columnista de Cambio, escribió una columna en la que hacía alusión a aquellas expresiones que al escucharlas no le inspiraban más que un gran bostezo, signo de aburrimiento y sueño. La mayoría de las palabras reseñadas fueron aquellas empleadas por la burocracia o por los gobernantes de turno.

Imito ahora la idea con el fin de ampliar aquellos términos que se usan irresponsable y repetidamente, acuñándoles una gran cantidad de significados y que rara vez logran su propósito.

Comenzaré por uno que no existe en español y que por más que incluyo en el diccionario, mi procesador de texto lo resalta en rojo: empoderamiento. Este vocablo adaptado del inglés empowerment , se utiliza constantemente al referirse a la capacidad que adquieren las comunidades durante la implementación de proyectos sociales y que les hará más consientes de sus capacidades futuras.

De hecho éste se convierte en uno de los fines de muchos programas, lo que me hace preguntarme si lo que quiere el gobierno no será que la gente ya no lo necesite, puesto que de tantas capacidades y de tantas posibilidades que se generan al interior de las colectividades se convierten en una fuente autosuficiente con masiva participación, recursos y resolución de controversias.

El término es usado insaciablemente en comités, grupos de discusión, foros, talleres y demás espacios de participación, pero parece que en una buena parte de los casos los grupos que deben generar sus iniciativas de trabajo y desarrollo simplemente no lo hacen, a veces culpa de la inexperiencia otras de quienes proponían el traspaso de poder. En últimas el empoderamiento no existe ni en español, ni en la realidad.

La segunda expresión que quisiera mencionar si existe, pero se le dan tantos significados que en últimas no se sabe lo que denota y parece que se termina haciendo todo lo contrario (nada), este es: gestión .

La verdad es que la palabra en si no me produce pereza, sino más bien ganas de llorar, expresiones como: se lo estamos gestionando, y la gestión está en proceso, revelan la dificultad y el número de requerimientos necesarios para que finalmente el gobierno responda que falta algún papel, firma, sello o timbre que permita efectivamente la realización de un trámite, siendo que éstos no tienen nada que ver con lo que realmente significa gestionar .

La última que reseñaré hoy es protocolo, pero no refiriéndome a la acepción que la distingue como una regla diplomática, sino a la que busca definir parámetros para el desarrollo o ejecución de un procedimiento. La realización de un protocolo (¡uy! casi no la puedo terminar de escribir, que bostezo) implica un trabajo en equipo que la avale y se reúna. Desafortunadamente para las reuniones, normalmente interinstitucionales, que lo definen no existe protocolo (otro bostezo).

Estos son tres ejemplos que se presentan en mi trabajo, si usted acaso tiene más, háganoslo saber y participe.