Por Jorge
Con alguno de mis 7 amigos Andrés y otro de mis 4 amigos Juan Pablo recordábamos la programación de nuestra época de infancia, el tiempo de Los Transformers y los Thundercats, de los G.I. Joe y Centella, solo unos pocos años posterior a esa parrilla de programación que relata tan bien Andrés López en La Pelota de Letras.
De repente acordarme de todos esos programas hizo que a mi cabeza llegaran recuerdos de olores a desayuno, ya que algunos de éstos eran emitidos los sábados y domingos en la mañana. Pero particularmente me acordé después del sabor de José Miel: el de colada de avena.
Si, José Miel me sabe a avena caliente. La historia de la triste abeja que nunca encontraba a su madre y que capítulo tras capítulo veía como sus amigos insectos eran devorados por bichos horribles, era emitido en las horas de la tarde en la que mi mamá me servía onces y ahí siempre estaba la dichosa colada a la que se le formaba una gruesa y espesa nata que odio. El programa me ponía muy triste y hacía que corriera a ver dónde estaba mi mamá…de pronto por eso hoy no soporto tomar avena de esa forma.
Me desligué del tema de los programas y comencé a tratar de acordarme de más sabores de infancia. A pesar de que mi mamá cocina bastante bien, no volvió a aparecer en los sabores que más recuerdo, las dueñas de mis principales memorias fueron mis abuelas (si hasta me acuerdo de la loza que usaban).
De hecho la sopa de tomate de mi abuela paterna con papas fosforito y un poco de crema de leche servida en forma de espiral, me parece insuperable (aunque la de Urbano es una excelente competencia). Igualmente recuerdo las papás fritas de mi abuela materna, quien afirmaba que eran “tan buenas como las de Presto”. Me podría acordar de muchas cosas que hacían o compraban, como las fresas con crema y la papaya con azúcar, presentadas en esos platos de vidrio ocre, los muffins que vendían cerca del jardín botánico, las peras imperiales, la sopa de verduras, la lengua alcaparrada de la sucursal y los helados San Jerónimo.
¿A usted a que le sabe su infancia?
2.11.06
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1 comentario:
mi infancia me sabe a chocolate con leche, unos "mantecados" que nunca mas encontre, similares a las madalenas, a pan con manteca y dulce de leche, a mermeladas de ciruelas, a pollo al horno, a pure d epapas, a una torta de vainilla y chocolate q hacia mi mama y mi papá, ufffffff, a tantas cosas!
y la semaola con leche y maicena con leche , y caramelo :)
escribiste esta relato hace varios años, pero hoy, buscando textos q recordaran la infancia, lo encontre
y me encanto leerte
un saludo desde argentina :)
claudia
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