18.9.05

Transmilenio día a día

Por Jorge
En busca de un orden determinista en la ciudad, se ofrece a los ciudadanos mayor “calidad de vida” y la posibilidad de ser más productivos, a través del sistema de transporte masivo “Transmilenio”, que agrupa en corrales, llamados estaciones, a las personas que subían y bajaban anteriormente de los buses a lo largo de calles y andenes sin orden alguno.
El sistema, al ordenar el transporte urbano, reduce el tiempo de desplazamiento y evita en parte los accidentes con otro tipo de vehículos, puesto que dispone de un carril exclusivo por el cual transitar.

miércoles 11. 5.45 pm
Luego de una jornada laboral me dispongo a ir a mi casa, abordo el sistema, en uno de los buses que la empresa denomina corrientes, es decir, paran en cada una de las estaciones hasta el final del recorrido. Casi nunca los abordo porque son muy lentos y es desesperante que paren tantas veces.

Uno de mis mejores amigos estaba dentro del bus e iba con otra amiga a la casa de él a ver una película o por lo menos eso dijeron. Hasta ahí nada raro. La sorpresa está en que varias estaciones después se sube otro amigo nuestro, del que estábamos hablando, la sincronía nuestra dio no solo para que nos montáramos en el mismo tipo de bus, el “mochilero”, sino que además, nos subimos por la misma puerta y fuimos a para a la parte central del bus que parece un acordeón y que articula un “vagón” con otro. (Sólo faltaba que Amelie subiera a nuestro bus con la mano metida en una bolsa llena de lentejas.)
Ante tanta coincidencia nos fuimos a tomar cerveza.....

Viernes 13. 6.40 am.
Me encuentro en la estación más cercana a mi casa, a 150 cuadras de la universidad en la que estudio, voy tarde como es obvio, calculo que a las 7.20 a.m estaré en el salón de clases. Me subo al bus que al Transmilenio que cubre la ruta 50, tras avanzar 6 cuadras el bus se detiene, miro al frente y el bus inmediatamente adelante también se había detenido.
6.48 am. Los buses siguen quietos, de repente, la noticia de que en la calle 134 con Autopista Norte, a dos cuadras de donde me encontraba se había estrellado con un taxi!!!
Los buses dieron reversa, entre tanto los que venían del norte, se desviaban a la calzada central de la autopista norte.
6.53 am. Por fin el bus se había podido desviar y ahora se disponía a recoger a los pasajeros del bus estrellado, a pesar de la demora, creí que esto si iba a estar bueno, porque cómo carajos se iban a subir?

Pues lo hicieron por las puertas en los extremos delantero y trasero, dispuestas al lado opuesto a las que uno entra en la estación, las cuales cuentan con unas escaleras que facilitan la entrada.

Tuve que ver como se viola una ley física que dice que para que un objeto tenga la capacidad de contener algo debe estar vacío, ya que al articulado se metieron por lo menos 50 personas más, con lo cual no solo iba a llegar tarde, sino que más incomodo que nunca.

Lunes 16. 8.35 am.
Esta vez voy sin afanes, no tengo que llegar a clase de 7, me encuentro dentro de uno de los grandes vehículos rojos del sistema, que se detiene en la estación de la calle 80, se abren simultáneamente las puertas del bus y la estación y la gente empezó a bajarse y subirse (a no ser que coloquen una barrera física, no vamos a poder superar que la gente quiera subirse al bus sin dejar que los que llegan a su destino se bajen), entre estos una mujer como de 1,72, como de unos 35 años, no muy atractiva, va a bajarse y le pega un calvazo al tipo que está justo al lado mío y le dice: -“Imbécil, a cogerle el rabo a otra”.

A lo que el señor de unos 25 años, como de 1,67 de estatura, responde:
-“Vieja loca, qué le pasa?”.

Lo curioso es que ni la señora tenía cara de ser de reacciones impulsivas o violentas, ni el tipo tenía pinta de depravado, manilargo o manoseador. De pronto le pegaron sin haber hecho nada. Lo peor acá fue que me tocó aguantarme la risa, de pura vergüenza al ver a alguien como mi tía (o la suya), le pegaba a otro, sin poder tener una reacción similar y quedando en ridículo ante tanta gente. (Si, es que el mal ajeno, así en porciones pequeñitas, es de rechupete!!!).

El intento de la Administración Distrital por hacer un orden en el transporte público se queda corto, porque quienes utilizamos estos buses somos indeterminados, tenemos comportamientos aleatorios e incluso, si todos los días encontráramos a la misma gente, podríamos observar reacciones y conductas diferentes ante los mismos hechos, es precisamente por esto y no porque nos demoremos menos de la casa al trabajo o a la universidad, que éste es un sistema de vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En TransMilenio pasan muchas cosas... En mi blog he publicado historias de TransmiEnseñanza, de Como Aprender a Bailar Reggeaton en TransMilenio, de las puteadas que pegan los conductores en el Eje Ambiental cuando algun carro se les atravieza y como le hechan todo el TransMilenio a los conductores... El caso, el lo único que estoy en descuerdo es en el Determinismo... Mas bien la llegada de TransMilenio fué un Constructivismo Social como lo describe Bikjer, donde cada grupo social, como los pasajeros, la empresa y el distrito unieron intereses comunes para crear un sistema en sí. Además en el final del artículo se habla de un indeterminismo...