Por Jorge
El espacio público es una de las únicas opciones que tienen las personas de menos recursos para distraerse fuera de sus casa de 40 metros cuadrados; dejarlo a los privados genera usos cuyos costos pagamos todos. Por lo cual me indigna que a pesar del proceso vivido por la ciudad en los últimos años, aun es fácil encontrar buena parte del espacio público invadido.
Andenes, parques y plazas se encuentran con carros encima, vendedores, escombros y demás usos. A veces es tal la rabia que imagino un grupo de personas que simplemente mantengan el statu quo de las personas que queremos un respeto legítimo por el espacio público, pero a las patadas, irónico no?
La policía podría estar para es fin, pero mi percepción es que ésta multa, sanciona o regaña, pero no reprende realmente y es sobornable; asi que en el momento en el que el sentimiento de rabia aflora sueño como se rompen vidrios de carros a batazos y sale a volar mercancia y residuos de obras.
Al tratar de pensar en el paralelo con los paramilitares, me imagino que inicialmente los comerciantes legales le darían recursos para que espanten a los ambulantes. Una vez iniciada la dinámica y cuando no se puedan detener, bajarian los carros de los andenes, luego de destruir muchos que invaden el espacio público.
Tras esto, segúramente las personas lo pensaran dos veces para sacar el carro para comprar el pan y la leche y no se sentirán capaces de dejar el carro ahi solo. Seguramente los comerciantes reforzaran su seguridad privada con otros paramilitares y anunciarán su nuevo servicio: "Aqui si puede dejar su carro sobre el andén".
Curiosamente, no soy capaz de proponer algo tan agresivo para defender derechos sociales o me indigno tanto viendo a alguien pidiendo limosna en la calle...casi siempre los ignoro.
(Reitero lo que digo en el título, esto no es una propuesta, solo una muestra de indiganción y contradicción)
19.8.05
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2 comentarios:
Compadre, además de la invasión del espacio público, hay casos en los que lo cobran doble como es el caso del Parque Mundo Aventura, ubicado sobre una zona de cesión pública para parque.
Mas indigno aún son los proyectos que tienen que ver con la autorizacion para nuevos encerramientos, como algunos que ya circulan en el Concejo de Bogotá. El espacio público, casi por definición, es de NADIE, y por ello se lo quitan a los que no pueden reclamarlo, es decir, aquellos que lo poseen como única alternativa de disfrute y esparcimiento.
Por otro lado, los Paracos ya son dueños de amplios sectores de las principales ciudades de éste país. ¿Para qué querrían apropiarse del espacio público si ya tienen mucho privado (incluyendo el agro)?
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