Acepté esta invitación de conversar de nuevo por este medio porque mantiene el objetivo con el empezó hace más de 10 años: Comunicar. En lo personal me sirvió como catarsis y como terapia, e incluso en algún momento como incentivo para buscar una pequeña audiencia. Que si este es el medio ideal, pues es una duda válida, pero hacer algo igual a como en el pasado simplemente se llama nostalgia (también puede ser terquedad).
Sentirse viejos porque hemos vivido varias disrupciones tecnológicas tiene un componente magnífico, es como si hubiéramos vivido varias vidas gracias al cambio vertiginoso y el aprendizaje continuo; sin embargo, tiene el riesgo de que los avances superen nuestras ganas y capacidad de entendimiento, nos termine reemplazando en nuestro trabajo y nos obligue a una redefinición como seres humanos.
Imagen tomada de https://twitter.com/Bill_Gross/status/920406104911233024
Nos creemos muy sobrados porque explicamos a nuestros mayores e incluso contemporáneos cómo funcionan algunos avances de las comunicaciones, pero hoy ya hay aplicaciones (muchas) que yo en lo personal no uso, como snapchat. Si leyó esto y no sabe qué es esta aplicación o cómo funciona o no tiene cuenta en ella, pues asústese porque estamos viejos.
Empezamos entonces otra vez a tratar de exponer miedos y alegrías a contar lo que nos pasa como creemos que pasó. Siga poniendo tema compadre, que yo le sigo respondiendo.