Por Andres
Aqui les va el gol, para los que no nos vemos la sección de deportes de los noticieros.
22.4.07
¿Será Chocoramo de Bimbo? ¿Nos cepillaremos con Google Dent?
Por Jorge
El proceso de privatización y globalización permite compañías gigantes que hacen una buena parte de los productos que consumimos a diario y que se pueden conseguir casi en cualquier parte del planeta.
Los productos de las industrias nacionales buscan hacer competencia a través de productos posicionados y el conocimiento del mercado local, el cual han resuelto las multinacionales de manera simple con la compra de estas empresas.
Que no es una adquisición, sino que se volvieron socios estratégicos o se fusionaron es lo que cuentan los medios para disfrazar lo que es real; la empresa ya no es del millonario criollo, sino de un míster (o de muchos místeres) y el producto nacional es uno mas del inventario de la multi.
En Perú, la gigante de bebidas Coca Cola nunca pudo derrotar en ese mercado a la Inca Kola. Si bien los que sintetizaron este sabor obviamente no fue esta civilizacion indígena, si debe ser extraño leer en la botella cual es ahora el productor de la gaseosa. Otro ejemplo en ese país es el de los helados y chocolates D´onofrio, recordados por quienes sintonizabamos tele por perubólica, que ahora es propiedad de Nestle.
Esto no solo ocurre en países en vías de desarrollo, sino también del primer mundo; tal es el caso de los muy británicos carros Aston Martin son ahora propiedad de la Fordy la cerveza irlandesa Murphy´s es envasada en Holanda.
!Cheers!
Colombia, obviamente no ha sido ajena a esta ola globalizadora. Coltabaco, productora de marcas como Pielroja, ha sido enlazada por el vaquero de Marlboro en una de las transacciones mas grandes de la economía colombiana. Desde luego el caso más emblemático ha sido el de "nuestra" cervecería Bavaria, la cual ya había adquirido varias fábricas en Perú y Centroamérica...ahora es propiedad de la surafricana Sab-Miller.
¿Hasta donde iremos a llegar con el dominio de las multinacionales? ¿Será que todo se va a volver de una sola marca? ¿Tendrán las empresas informáticas una influencia tan grande que un futuro no muy lejano nos cepillaremos los dientes con Google Dent? ¿Será que compran nuestras industrias de licores locales y nis tocará emborracharnos con Gooaro y cuando nos las demos de finos con el vodka Yahooskaya?
Yo por lo pronto ya puse mi límite: el día que el empaque del Chocoramo diga que es un producto Bimbo, me voy del país (aunque no se bien para donde). Y Punto.
El proceso de privatización y globalización permite compañías gigantes que hacen una buena parte de los productos que consumimos a diario y que se pueden conseguir casi en cualquier parte del planeta.
Los productos de las industrias nacionales buscan hacer competencia a través de productos posicionados y el conocimiento del mercado local, el cual han resuelto las multinacionales de manera simple con la compra de estas empresas.
Que no es una adquisición, sino que se volvieron socios estratégicos o se fusionaron es lo que cuentan los medios para disfrazar lo que es real; la empresa ya no es del millonario criollo, sino de un míster (o de muchos místeres) y el producto nacional es uno mas del inventario de la multi.
En Perú, la gigante de bebidas Coca Cola nunca pudo derrotar en ese mercado a la Inca Kola. Si bien los que sintetizaron este sabor obviamente no fue esta civilizacion indígena, si debe ser extraño leer en la botella cual es ahora el productor de la gaseosa. Otro ejemplo en ese país es el de los helados y chocolates D´onofrio, recordados por quienes sintonizabamos tele por perubólica, que ahora es propiedad de Nestle.
Esto no solo ocurre en países en vías de desarrollo, sino también del primer mundo; tal es el caso de los muy británicos carros Aston Martin son ahora propiedad de la Fordy la cerveza irlandesa Murphy´s es envasada en Holanda.
!Cheers!
Colombia, obviamente no ha sido ajena a esta ola globalizadora. Coltabaco, productora de marcas como Pielroja, ha sido enlazada por el vaquero de Marlboro en una de las transacciones mas grandes de la economía colombiana. Desde luego el caso más emblemático ha sido el de "nuestra" cervecería Bavaria, la cual ya había adquirido varias fábricas en Perú y Centroamérica...ahora es propiedad de la surafricana Sab-Miller.
¿Hasta donde iremos a llegar con el dominio de las multinacionales? ¿Será que todo se va a volver de una sola marca? ¿Tendrán las empresas informáticas una influencia tan grande que un futuro no muy lejano nos cepillaremos los dientes con Google Dent? ¿Será que compran nuestras industrias de licores locales y nis tocará emborracharnos con Gooaro y cuando nos las demos de finos con el vodka Yahooskaya?
Yo por lo pronto ya puse mi límite: el día que el empaque del Chocoramo diga que es un producto Bimbo, me voy del país (aunque no se bien para donde). Y Punto.
El gol que todos queremos hacer
Por Jorge
El tema del fútbol no ha tenido cabida en este blog por que el compadre no gusta mucho de este deporte. Ni siquiera durante el mundial de Alemania del año pasado se escribio palabra alguna al respecto.
Sin embargo, viendo entre las noticias de la semana, con mucha parapolítica, inundaciones y demás problemas del país, sobresalió en la sección deportiva el gol de Lionel Messi en el triunfo del Barcelona contra el Getafe por la Copa del Rey.
La anotación, en la que "La Pulga" sobrepasa cinco rivales incluido el arquero, generó entre los periodistas la reacción de compararla con la anotada por Diego Armando Maradona en el Mundial de 1986 contra Inglaterra, que ha sido considerado el mejor gol de los mundiales.
Entre las opiniones de la prensa escrita, leí dos opuestas, la de Gabriel Meluk en el diario El Tiempo, quien dice que ha no entiende la alharaca por el gol de Messi, ni por el de Maradona, que es un creimiento argentino y que ha visto muchas veces goles similares sin que se haga tanta bulla. Por su parte, Jorge Barraza lo destaca como uno típicamente argentino, latinoamericano, que difícilmente lo hará un asiático, un africano o un europeo.
Independiente de las comparaciones, el gol de Messi es el que todos queremos hacer. En un deporte de equipo en el que no se puede usar la mano, sacarse a todos los rivales es parte del sueño de mostrar dominio y superioridad. Esto incluye correr tan rápido como se pueda, burlar a quienes intentan quitarnos el balón y que los compañeros griten por el pase, “úseme” o “no la ambicie”; pero con la terquedad de llegar hasta el final con el balón y meterla en el fondo de la red .
Eso hizo Maradona, también ahora Messi, y dicen que Pelé mucho antes hizo uno espectacular sacándose a nueve contrincantes, pero del cual no hay registro fílmico. Que envidia, pero parece que sólo los bien dotados cumplen su sueño.
El tema del fútbol no ha tenido cabida en este blog por que el compadre no gusta mucho de este deporte. Ni siquiera durante el mundial de Alemania del año pasado se escribio palabra alguna al respecto.
Sin embargo, viendo entre las noticias de la semana, con mucha parapolítica, inundaciones y demás problemas del país, sobresalió en la sección deportiva el gol de Lionel Messi en el triunfo del Barcelona contra el Getafe por la Copa del Rey.
La anotación, en la que "La Pulga" sobrepasa cinco rivales incluido el arquero, generó entre los periodistas la reacción de compararla con la anotada por Diego Armando Maradona en el Mundial de 1986 contra Inglaterra, que ha sido considerado el mejor gol de los mundiales.
Entre las opiniones de la prensa escrita, leí dos opuestas, la de Gabriel Meluk en el diario El Tiempo, quien dice que ha no entiende la alharaca por el gol de Messi, ni por el de Maradona, que es un creimiento argentino y que ha visto muchas veces goles similares sin que se haga tanta bulla. Por su parte, Jorge Barraza lo destaca como uno típicamente argentino, latinoamericano, que difícilmente lo hará un asiático, un africano o un europeo.
Independiente de las comparaciones, el gol de Messi es el que todos queremos hacer. En un deporte de equipo en el que no se puede usar la mano, sacarse a todos los rivales es parte del sueño de mostrar dominio y superioridad. Esto incluye correr tan rápido como se pueda, burlar a quienes intentan quitarnos el balón y que los compañeros griten por el pase, “úseme” o “no la ambicie”; pero con la terquedad de llegar hasta el final con el balón y meterla en el fondo de la red .
Eso hizo Maradona, también ahora Messi, y dicen que Pelé mucho antes hizo uno espectacular sacándose a nueve contrincantes, pero del cual no hay registro fílmico. Que envidia, pero parece que sólo los bien dotados cumplen su sueño.
12.4.07
Los médicos se mueren el viernes santo
Por Jorge
La última vez que no le presté atención a una tos ésta se convirtió en una bronquitis, que me obligó a someterme a terapias respiratorias y a utilizar inhaladores durante un par de semanas, decidí entonces no ser tan descuidado con mi salud e ir al médico cuando me sienta mal.
Tras someter mi cuerpo al esfuerzo físico de tres inmersiones en el mar cercano a las playas de Taganga, en la madrugada posterior tras toser por dos horas seguidas desde las 4 am, opté por visitar al galeno más cercano y postergar la siguiente buceada; mi preocupación por mantener una buena salud y más en vacaciones se vio aumentada por el taponamiento de un oído.
Me acordé que desde hace un par de años estoy afiliado a un servicio de medicina prepagada, por lo que cogí mi carné y llamé a los números que aparecen al respaldo, con la ingrata sorpresa de que sólo en uno me contestó una máquina diciendo que a partir del lunes de pascua me podían atender con el mayor de los gustos.
Tras el fracaso de encontrar una clínica adscrita a mi servicio de salud en Santa Marta, preferí buscar el centro de salud más cercano, del cual nunca me pudieron dar una dirección exacta, me tocó llegar por las señas (con la dirección bugueña, como dicen en Cali) que me dio un policía, al que casi no le entiendo a pesar de que los dos hablamos español.
Llegué al sitio antes de las 7 de la mañana y me encontré con una enfermera quien me dijo que el médico sólo llegaba a las 7 : 30, no se que pasará si uno se enferma de noche en ese pueblo. Como no pensaba esperar, indagué por un lugar en Santa Marta donde me pudieran atender, y otro empleado del lugar me dijo que el sitio era la Clínica El Prado, de la cual si me dieron la indicación precisa de cómo llegar.
El transporte público en Santa Marta es sorprendentemente bueno por lo que rápidamente me pude ir en un colectivo hasta el lugar indicado. La Clínica El Prado ocupa una manzana entera, la esquina sur occidental es la entrada de urgencias, que como muchas de estas centrales tienen gente afuera y la puerta cerrada. Al acercarme, un portero con cara de puño abrió la puerta para permitir la salida de un enfermo y la volvió a cerrar sin dejarme hablar siquiera.
Le di la vuelta al sitio, le pregunté a otro celador y me dijo que hay me tenían que dejar entrar. Insistí en la entrada de Urgencias y en ese instante si me atendieron; al entrar me pidieron mis documentos, la sala no estaba tan llena, pero me hubiera tocado esperar a que atendieran por lo menos a unas diez personas, de no ser por mi afiliación a la medicina prepagada, la cual me dio acceso a una sala VIP, que tenía encendido un aire acondicionado que mantenía el clima muy frío, algo no muy favorable para mi tos.
Después de unos diez minutos me dijeron que podía seguir y me encontré con un médico muy jóven, de esos que uno no le cree. Me preguntó los datos que siempre preguntan los médicos y luego me examinó y me dijo que estaba respirando bien, que no tenia síntomas de gripa o problemas bronquiales y seguidamente me recetó un jarabe y unas pastillas que obviamente no me iban a proporcionar ahí, sino que me tocaba comprarlas.
Adicionalmente el Doogie Howser samario realizó un procedimiento médico sencillo: una limpieza ótica, con el fin de destapar el oído y me formuló unas gotas.
Salí de la clínica y me cobraron una plata por la consulta, salí a buscar las medicinas y me pidieron otro tanto. Si no hubiera tenido la plata, me hubiera tocado mamarme la tos y el oído tapado. Afortunadamente tenía como y no se arruinaron las vacaciones.
Al volver, me enteré de la muerte de más de veinte personas en un accidente de tránsito en el que un bus estalló al salirse de la vía hacia la Guajira y caer por un abismo. Las imágenes de la edición extra del diario del Magdalena eran escalofriantes. “El diablo se subió a ese bus”, exclamó una mujer que iba conmigo en el colectivo de regreso a Taganga.
------------------------------------------------------------------------------------------------
L siempre ha sido una persona muy independiente en sus cosas y sus papás no le han quitado vuelo. "Haz lo que quieras, confiamos en ti, pero de por Dios mijita, no se vaya a montar en una moto".
En la misma Semana Santa, se fue a certificar como buzo a Providencia y decidió ir a darse una vuelta por la isla en el único medio de tranporte vetado sabiamente por sus padres y que no sabía conducir bien. La prohibición aumentó las ganas de L por subir a la Yamaha BWS, pero al mismo tiempo subieron probabilidades de que cayera de ella.
-"Jorge, fui una bola, no te imaginas lo poco que me faltaba para llegar al hotel (...) esquivé un carro en una intersección, frené y cuando me di cuenta estaba en el piso".
Al preguntarle que si había ido al médico, me respondio que casi no encuentra uno (adivinen qué día fue elaccidente) y que le recetó una pomada que no servía para nada e ir al dermatólogo en Bogotá.
El codo, la cadera y las rodillas fueron las víctimas de su impericia...y claro también un poco su autoestima.
La última vez que no le presté atención a una tos ésta se convirtió en una bronquitis, que me obligó a someterme a terapias respiratorias y a utilizar inhaladores durante un par de semanas, decidí entonces no ser tan descuidado con mi salud e ir al médico cuando me sienta mal.
Tras someter mi cuerpo al esfuerzo físico de tres inmersiones en el mar cercano a las playas de Taganga, en la madrugada posterior tras toser por dos horas seguidas desde las 4 am, opté por visitar al galeno más cercano y postergar la siguiente buceada; mi preocupación por mantener una buena salud y más en vacaciones se vio aumentada por el taponamiento de un oído.
Me acordé que desde hace un par de años estoy afiliado a un servicio de medicina prepagada, por lo que cogí mi carné y llamé a los números que aparecen al respaldo, con la ingrata sorpresa de que sólo en uno me contestó una máquina diciendo que a partir del lunes de pascua me podían atender con el mayor de los gustos.
Tras el fracaso de encontrar una clínica adscrita a mi servicio de salud en Santa Marta, preferí buscar el centro de salud más cercano, del cual nunca me pudieron dar una dirección exacta, me tocó llegar por las señas (con la dirección bugueña, como dicen en Cali) que me dio un policía, al que casi no le entiendo a pesar de que los dos hablamos español.
Llegué al sitio antes de las 7 de la mañana y me encontré con una enfermera quien me dijo que el médico sólo llegaba a las 7 : 30, no se que pasará si uno se enferma de noche en ese pueblo. Como no pensaba esperar, indagué por un lugar en Santa Marta donde me pudieran atender, y otro empleado del lugar me dijo que el sitio era la Clínica El Prado, de la cual si me dieron la indicación precisa de cómo llegar.
El transporte público en Santa Marta es sorprendentemente bueno por lo que rápidamente me pude ir en un colectivo hasta el lugar indicado. La Clínica El Prado ocupa una manzana entera, la esquina sur occidental es la entrada de urgencias, que como muchas de estas centrales tienen gente afuera y la puerta cerrada. Al acercarme, un portero con cara de puño abrió la puerta para permitir la salida de un enfermo y la volvió a cerrar sin dejarme hablar siquiera.
Le di la vuelta al sitio, le pregunté a otro celador y me dijo que hay me tenían que dejar entrar. Insistí en la entrada de Urgencias y en ese instante si me atendieron; al entrar me pidieron mis documentos, la sala no estaba tan llena, pero me hubiera tocado esperar a que atendieran por lo menos a unas diez personas, de no ser por mi afiliación a la medicina prepagada, la cual me dio acceso a una sala VIP, que tenía encendido un aire acondicionado que mantenía el clima muy frío, algo no muy favorable para mi tos.
Después de unos diez minutos me dijeron que podía seguir y me encontré con un médico muy jóven, de esos que uno no le cree. Me preguntó los datos que siempre preguntan los médicos y luego me examinó y me dijo que estaba respirando bien, que no tenia síntomas de gripa o problemas bronquiales y seguidamente me recetó un jarabe y unas pastillas que obviamente no me iban a proporcionar ahí, sino que me tocaba comprarlas.
Adicionalmente el Doogie Howser samario realizó un procedimiento médico sencillo: una limpieza ótica, con el fin de destapar el oído y me formuló unas gotas.
Salí de la clínica y me cobraron una plata por la consulta, salí a buscar las medicinas y me pidieron otro tanto. Si no hubiera tenido la plata, me hubiera tocado mamarme la tos y el oído tapado. Afortunadamente tenía como y no se arruinaron las vacaciones.
Al volver, me enteré de la muerte de más de veinte personas en un accidente de tránsito en el que un bus estalló al salirse de la vía hacia la Guajira y caer por un abismo. Las imágenes de la edición extra del diario del Magdalena eran escalofriantes. “El diablo se subió a ese bus”, exclamó una mujer que iba conmigo en el colectivo de regreso a Taganga.
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L siempre ha sido una persona muy independiente en sus cosas y sus papás no le han quitado vuelo. "Haz lo que quieras, confiamos en ti, pero de por Dios mijita, no se vaya a montar en una moto".
En la misma Semana Santa, se fue a certificar como buzo a Providencia y decidió ir a darse una vuelta por la isla en el único medio de tranporte vetado sabiamente por sus padres y que no sabía conducir bien. La prohibición aumentó las ganas de L por subir a la Yamaha BWS, pero al mismo tiempo subieron probabilidades de que cayera de ella.
-"Jorge, fui una bola, no te imaginas lo poco que me faltaba para llegar al hotel (...) esquivé un carro en una intersección, frené y cuando me di cuenta estaba en el piso".
Al preguntarle que si había ido al médico, me respondio que casi no encuentra uno (adivinen qué día fue elaccidente) y que le recetó una pomada que no servía para nada e ir al dermatólogo en Bogotá.
El codo, la cadera y las rodillas fueron las víctimas de su impericia...y claro también un poco su autoestima.
11.4.07
Tres Pelis Malas
Por Jorge
Hace mucho tiempo no había en cartelera para ver tantas películas; esta situación la ha alimentado la “temporada de Oscares”, el festival Eurocine, las animadas, las épicas, las comedias y las colombianas… en fin, un sin numero de títulos que incitan a visitar las salas, a pesar de la coquetería de la piratería.
Sin embargo, así como nunca habían tantas cintas simultáneamente, tampoco me había ocurrido que las tres últimas películas que he visto me parecieran malas.
La primera de la racha fue Apocalypto, la cual continúa con la afición de Mel Gibson por las recreaciones históricas tras hacer “La pasión de Cristo”. En este caso la oportunidad de mostrar la decadencia del imperio maya, se transforma en una historia de acción, en la que un guerrero y su tropa persiguen al valiente aldeano“Garra Jaguar”.
La película se parece más a Depredador que a una manera de narrar una visión histórica (o uno de sus matices), por lo que se pierden los esfuerzos de la producción en fotografía, vestuario y la utilización del lenguaje maya.
La segunda de la tanda es Marie Antoinette, la cual es otro gran intento de producción en vestuario y fotografía, desperdiciado en una historia que muestra a la reina de Francia como la Paris Hilton del siglo XVIII, quien llora cuando se separa de su mascota, se la pasa en fiestas, gastando mucho en vestidos, comprando muchas joyas y con varios amantes; mientras el ingenuo rey da pasos de ciego en su gobierno, puesto que muestra mayor preocupación por la revolución americana, que por la alimentación de su pueblo.
Los únicos dos incentivos para quedarse en la sala hasta el final son una genial banda sonora y la esperanza de que la reina ruede tras ser guillotinada (no les voy a decir si sucede o no).
La última que vi fue “La Ciencia de los Sueños” del sobresaliente director de videos Michel Gondry, quien se estrenó en el cine con la espectacular “Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos”. La historia cuenta cómo Stephane, interpretado por Gael García, se enamora de su vecina Stephanie, actuada por una vieja que no conozco.
Stephane no diferencia claramente la realidad de los sueños, y si bien Gondry se ayuda del lenguaje visual para que el espectador establezca la diferencia, ninguno de los dos mundos se desarrolla a profundidad y el personaje se diluye entre su incomprensión y su indecisión, a pesar de su comportamiento particular con Stephanie y de sus ganas de querer y sentir.
Cuando vuelva a cine lo haré con base en la recomendación de las reseñas, una costumbre que he perdido por falta de tiempo y un poco por recomendación de Nel, quien cierra los ojos y se tapa los oídos en los cortos que proyectan antes de que comiencen las pelis, por que dice que no quiere tener ninguna idea que se "tire" la película.
Hace mucho tiempo no había en cartelera para ver tantas películas; esta situación la ha alimentado la “temporada de Oscares”, el festival Eurocine, las animadas, las épicas, las comedias y las colombianas… en fin, un sin numero de títulos que incitan a visitar las salas, a pesar de la coquetería de la piratería.
Sin embargo, así como nunca habían tantas cintas simultáneamente, tampoco me había ocurrido que las tres últimas películas que he visto me parecieran malas.
La primera de la racha fue Apocalypto, la cual continúa con la afición de Mel Gibson por las recreaciones históricas tras hacer “La pasión de Cristo”. En este caso la oportunidad de mostrar la decadencia del imperio maya, se transforma en una historia de acción, en la que un guerrero y su tropa persiguen al valiente aldeano“Garra Jaguar”.
La película se parece más a Depredador que a una manera de narrar una visión histórica (o uno de sus matices), por lo que se pierden los esfuerzos de la producción en fotografía, vestuario y la utilización del lenguaje maya.
La segunda de la tanda es Marie Antoinette, la cual es otro gran intento de producción en vestuario y fotografía, desperdiciado en una historia que muestra a la reina de Francia como la Paris Hilton del siglo XVIII, quien llora cuando se separa de su mascota, se la pasa en fiestas, gastando mucho en vestidos, comprando muchas joyas y con varios amantes; mientras el ingenuo rey da pasos de ciego en su gobierno, puesto que muestra mayor preocupación por la revolución americana, que por la alimentación de su pueblo.
Los únicos dos incentivos para quedarse en la sala hasta el final son una genial banda sonora y la esperanza de que la reina ruede tras ser guillotinada (no les voy a decir si sucede o no).
La última que vi fue “La Ciencia de los Sueños” del sobresaliente director de videos Michel Gondry, quien se estrenó en el cine con la espectacular “Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos”. La historia cuenta cómo Stephane, interpretado por Gael García, se enamora de su vecina Stephanie, actuada por una vieja que no conozco.
Stephane no diferencia claramente la realidad de los sueños, y si bien Gondry se ayuda del lenguaje visual para que el espectador establezca la diferencia, ninguno de los dos mundos se desarrolla a profundidad y el personaje se diluye entre su incomprensión y su indecisión, a pesar de su comportamiento particular con Stephanie y de sus ganas de querer y sentir.
Cuando vuelva a cine lo haré con base en la recomendación de las reseñas, una costumbre que he perdido por falta de tiempo y un poco por recomendación de Nel, quien cierra los ojos y se tapa los oídos en los cortos que proyectan antes de que comiencen las pelis, por que dice que no quiere tener ninguna idea que se "tire" la película.
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